El océano es inmenso, por eso para estudiarlo hay que aventurarse en grandes buques oceanográficos durante meses. Y como no se puede coger un barco todos los días, hay que aprovechar al máximo cada minuto.
Para ello los buques tienen todo lo necesario para investigar: laboratorios, instrumentos de medida y toma de muestras, equipamientos informáticos, etc.; y también lo necesario para vivir: camarotes, estudios, cocina, duchas, ¡incluso gimnasio!